Mujeres de Afganistán

De todo este periplo de papeles lo que más me ha encantado ha sido la coneksión con las mujeres de Afganistán. Resulta que con tantos problemas en Afganistán hay tanta gente en las oficinas del registro de la India que hacen formar dos colas diferentes:
  1. Afganos
  2. Todos los demás.
Y esperando, esperando, la comunicación con ellas ha sido inevitable, e increíble. Para empezar ni una sola lleva burka ni va vestida de negro. La mayoría llevan el pañuelo, pero ni siquiera se cubren cabeza todo el rato. Y están con sus maridos. Para ellas la ekscusa para salir de su país es decir que vienen al médico, luego tienen que volver. Y he de decir que ha sido impactante. La sensación de encontrarme en el medio de unas mujeres tremendamente inteligentes con una sinceridad y una apertura que me han hecho recordar cómo han creado un lenguaje oral -no les dejan escribir- sólo para comunicarse entre ellas. Me han conquistado al momento. Teníais que ver con qué pena y efusividad nos despedimos.

Este encuentro me ha transportado al día de mi "traducción" en Gyuto. Allí sentada, una chica se me acercó de la misma manera directa:
-Hola, creo que te conozco del Monlam. Y luego, como si fuéramos amigas de toda la vida, ha pasado a eksplicarme que ella trabajaba con mujeres en Afganistán y que venía a pedir a SSKarmapa bendiciones. Hablaba con todos alrededor como si los conociera de hace tiempo. Ellos respondían como si así fuera. Aquel día me dieron ganas de marcharme con ella a Afganistán. Y hoy también.

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