Y tú, ¿cómo estás? ::::: How Are You?

Que resulta ser una pregunta retórica, con una respuesta retórica: - Yo bien, ¿y tú? Y, de paso pasas el balón al otro campo.
Porque sino -como explica Tai Situ Rimpoché- ¿quién es el guapo que se atreve a contestarla?
¿Cómo explicar las mil cosas que pasan cada día? Es una avalancha de emociones, sensaciones, esperanzas, miedos, todo entrelazado con nuestra historia personal y con nuestros planes. Por eso a mi me resulta más fácil tratar con los viejos amigos; no es necesario ponerles al día de toda la parafernalia mental con la que decoro el escenario.
Y, en cambio, ahora, todo está cambiando. Es como si se hubieran llevado toda la escenografía y el plató estuviera desierto. Como si no estuviera en ninguna parte, sola conmigo. La habitación, estupenda, las estupas, estupendas, la familia con la que vivo, estupenda. Hasta los cinco perros -cuatro machos, mahakalas, negros y una hembra, blanca- y las dos vacas -madre e hijo- estupendas. (Algún día subiré a la red los textos sobre todos ellos).
Ya no hay excusas: lo único que no es estupendo aquí es mi propio amasijo de cuerpo-mente (que podéis dividir o estructurar en las partes que queráis y seguiréis sin encontrar nada claro). Así que así estoy, sacándome a tiras el traje -del esgarraet*- que llevaba antes y sin traje nuevo que ponerme.
Y he decidido que en pelotas no salgo, que las cosas hay que hacerlas poco a poco y que, al menos, una chaquetita amorosa para el invierno sí que quiero.
Aquí me tenéis: calcetando encima de la cama.

Y vosotros, ¿cómo estáis?.

*A ver si alguien se anima a explicar la historia del traje del esgarraet, que yo soy mala contando chistes...