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Mostrando entradas de marzo, 2011

La casita verde

Las casitas verdes son las casas de retiro de Sherabling. Y estoy, feliz y contenta, sintiéndome muy afortunada de poder disfrutar de este tiempo aquí. Mañana empezamos un retiro con Tai Situ Rinpoche de siete días y, a continuación, me encierro hasta San Juan. Abracitos a todos, os llevo en mi corazón, ¡hasta entonces!

Del infierno al cielo y repetimos

Pues salir de la oficina de la policia para llegar al corazon de las ensenyanzas de SSKarmapa --en el unico taxi que me recogio y que iba a Sarnat con un hombre Tibetano que traia encargo especial para SS-- fue todo un vuelo sin motor. Y el aterrizaje en la cuarta nube a la derecha de las tierras puras y directa a los brazos de Carlos, Dani y todos los otros companyeritos de corazon fue mejor que un suenyo. Sarnat es muy especial, la cercania a SSKarmapa, que merendo con nosotros y nos dio ensenyanzas e iniciaciones cada dia, es algo tan familiar que calienta el alma como las hogueras de camping al anochecer. Una se sienta en el campito del monasterio, bajo los arboles de sandalo que han plantado SS Dalai Lama y SS Karmapa y mira hacia la terraza a la que se asoma SS de ratito en ratito. Los monjes de Thrangu Rinpoche son un encanto y nos acogen con alegria y un "hastaluego" o "hastalapuja", van aprendiendo frases en castellano y de anyo en anyo las practicamos, en

policia 4

Pues la saga sigue. Hoy a las 11 solo un papel raro de registro y no extension de visa. Como siempre, esta bien asi, "no problem, madam" y yo ya, quemada, no me creo nada-nada-nada. Llamada a la embajada, telefono de urgencia del consulado, y ahora con su consejo, sigo  a la espera de nueva entrevista con el superjefe de ayer, que llegara "despues de las cuatro" y mi avion que sale a las seis y media... tatatachan!!!! Vida de suspense, sin acentos y sin visado.

Policía 3

Yo sigo aquí, enmerdada hasta las orejas. Hoy de nuevo, no están los papeles. "Imposible, madam, quizás en 2 días. De todos modos usted tiene mucho tiempo hasta que le salga el avión a Sri Lanka. Usted vuela desde aquí ¿no?. Afortunadamente mi billete es desde Delhi, y les he explicado que tengo que recoger mis cosas en Bodghaya y en Dharamsala. Me miraron sin expresión y sin decir nada. Vacío. Puedo pagar cualquier gasto extra que sea necesario. Más vacío. Vuelva en dos días. Llame primero (un número que no funciona, claro). ¿Puedo llamar esta tarde? Sí. Nunca en mi vida, como ha ocurrido aquí, me había encontrado con nadie que tan fríamente intente hacerte sentir mal, mirándote a la cara con esa expresión en blanco. El dinero, qué cosas hace.

Policía 2

Ayer me querían deportar y no dejarme volver a este país nunca más. Media hora después, decidieron darme 12 días de extensión del visado. La razón del alto comisario: España ha ganado la copa del mundial de fútbol. Así que 12 días más de peregrinaje (si es que se deciden a darme los papeles mañana y no la semana que viene como proponían) y vuelo a Sri Lanka (me han obligado a comprar un billete de salida de la India). Ay, esta pacífica vida del Dharma. Dudando si hacerme guerrillera.

Fotos prometidas con Kalu Rimpoche

Imagen
Hace ya mucho mucho tiempo, pero contenta de que hayan llegado, ahí van:

Policía

Igual que esas piezas de madera que se pliegan y despliegan descendiendo como si se contaran un secreto, testigo invisible que se desliza hacia el suelo. Hay algo que no se ve, algo que parece imposible. El engranaje policial de la India te envuelve con folios amarillos, escritos a mano, en signos indescifrables y diferentes grafías, llenos de cuños azules. Carpetas que se caen a tiras atadas con cordeles de estraza. Polvo y más polvo. Oficinas con armarios llenos de viejos papeles con las puntas rotas y retorcidas. Quinientas rupias dentro de un pasaporte que no miran. Certificados inexistentes, rutina sin sentido. El tiempo que pasa al lado del mar de Arabia.  Me voy a Varkala cubierta de flores, la luna llena me lleva. Más hospitales, calor y fatiga. La investigación para descubrir lo que es de verdad importante: España ha ganado la copa de fútbol.  Y seguimos esperando.

Notas de hospital

Llegada al hospital y susto. Noche, toses en los pasillos, calor y ruido. Demasiado nerviosa para poder dormir. Atrapada sin saber en dónde. Aprehensión, olores, ¿estoy dónde tengo que estar? Las almohadas muy altas, las camas muy duras, la luz fluorescente que corta el aire y naftalina escondida en todos los rincones acechando a mi dormido dolor de cabeza. Todos los virus flotando a punto de atacarme. Esta mañana mi amiga me ha tranquilizado: a ella no le ha funcionado el tratamiento, se ha pasado los tres primeros días llorando hasta que se ha acostumbrado. Al menos sentirse acompañada. Ha visto mucha gente mejorar, se consuela. Dice que lo mejor es estar con enfermos. Me he escapado, he recorrido la ciudad en autobús, es domingo. Casi todo cerrado, no como en el Norte, que el domingo es uno de los días más activos. Aquí las mujeres tienen la piel oscura y van vestidas con sari. En el pelo llevan jazmín, para enamorar a los maridos. Ha sido la primera vez que veo en la India mujeres