Cultivando la alegría.
Pues sí, estas fueron las enseñanzas de SSKarmapa del sábado.
Llegamos allí y, como siempre, estaba todo el templo lleno, un 90 por cien tibetanos y unos cuantos desperdigados extranjeros, pero no por ello menos entusiastas. :P
Entre ellos pues unas seis de Thosamling y otras cuatro monjitas que viven aquí al lado en un piso alquilado de las cuales una de ellas es española y una chica mejicana con la que nos hemos ido encontrando en Bodhgaya y que también se apuntó al pico del buitre y a Nalanda. Mis indianitos se acordarán de ella, bajita y morenita. Pues resulta que somos vecinas y que vive desde hace un año con estas monjitas que son estudiantes de SSKarmapa... más no sé (aún, je...)
El caso es que empezó a dar enseñanzas (nunca sabemos si va a dar enseñanzas o sólo bendiciones) y, claro, felicidad de que diera enseñanzas, pero hablaba y hablaba, muy suavecito, pero todo en tibetano. Y yo ahí pensando, a ver si aprendo pronto, porque estar aquí, con esta suerte y no enterarme de nada. Un poco frustrada, pero contenta igual. Y venga y venga a hablar en Tibetano.
Y cuando acaba, que ya te crees que ya está, entonces parece como lo del árbol que cumple todos los deseos: el maestro que cumple todos los deseos. Toma un portafolios que tenía el secretario y nos empieza a dar las enseñanzas en Inglés. No os imagináis qué alegría. Oirlo hablar en inglés da mucho gusto. A ver si pronto también en castellano.
Empezó hablando de la alegría y de cómo mucha gente piensa que no se debe mostrar la alegría porque puede poner a otros celosos, pero no. Se trata de tener una visión más panorámica y ver cómo incluso los chinos que ahora son muy ricos pues antes eran muy pobres. Y que hay dos tipos de alegría: La que tienes cuando te conceden una visa por cinco años (luego me enteré que parece ser que alguien le preguntó acerca de dónde conseguir la visa y consiguió la visa por cinco años), y la alegría que tienes cuando observas las cualidades de algo hermoso como por ejemplo una flor. También repitió lo de Bodhgaya, que venir a la India implica a veces coger diarreas o tos o fiebre o algo así, pero que no habíamos ido allí de picnic, que si queremos ir de picnic entonces estamos en el lugar equivocado. Venir a Bodhgaya (o a la India) implica venir a tener experiencias espirituales y las enfermedades son parte del camino. De esto mis indianitos saben. ¿A qué sí? En todo caso, cultivar la alegría es importante. Así que como podéis ver, estamos en la sangha más adecuada :)
Ya sé que esto que os pongo es un poco de picoteo de aquí y de allá, y me reservo todos los derechos a equivocarme de medio a medio. De hecho dudaba si ponerlo porque luego entiendo algo mal y no es bueno, pero, que me cojan confesada. Yo he preferido compartirlo, con errores incluidos, porque son enseñanzas que dan mucho gusto, ¿o no?
A la salida, siempre hay como otro regalito: nos quedamos en el campito de al lado del monasterio y SSKarmapa sale a saludar desde el balconcito de sus habitaciones, en Bodhgaya hacía lo mismo, y no os imagináis qué alegría que da...
Bueno, aquí intento subir la imagen de SSKarmapa con todos los indianitos después de que le cantamos "Una aspiración para el mundo", en español. Desde aquí pido permiso a mis indianitos para subirla. Dada la petición de Maribel. Si hay alguna objeción me comprometo a sacarla de aquí ipsofacto.Y por último, el examen. Pues creo que de ésta me salvo y espero aprobarlo, aunque no seré la primera de clase...
De mica en mica, o en tibetano: calé calé...
Más abrazos, me voy a estudiar.
Llegamos allí y, como siempre, estaba todo el templo lleno, un 90 por cien tibetanos y unos cuantos desperdigados extranjeros, pero no por ello menos entusiastas. :P
Entre ellos pues unas seis de Thosamling y otras cuatro monjitas que viven aquí al lado en un piso alquilado de las cuales una de ellas es española y una chica mejicana con la que nos hemos ido encontrando en Bodhgaya y que también se apuntó al pico del buitre y a Nalanda. Mis indianitos se acordarán de ella, bajita y morenita. Pues resulta que somos vecinas y que vive desde hace un año con estas monjitas que son estudiantes de SSKarmapa... más no sé (aún, je...)
El caso es que empezó a dar enseñanzas (nunca sabemos si va a dar enseñanzas o sólo bendiciones) y, claro, felicidad de que diera enseñanzas, pero hablaba y hablaba, muy suavecito, pero todo en tibetano. Y yo ahí pensando, a ver si aprendo pronto, porque estar aquí, con esta suerte y no enterarme de nada. Un poco frustrada, pero contenta igual. Y venga y venga a hablar en Tibetano.
Y cuando acaba, que ya te crees que ya está, entonces parece como lo del árbol que cumple todos los deseos: el maestro que cumple todos los deseos. Toma un portafolios que tenía el secretario y nos empieza a dar las enseñanzas en Inglés. No os imagináis qué alegría. Oirlo hablar en inglés da mucho gusto. A ver si pronto también en castellano.
Empezó hablando de la alegría y de cómo mucha gente piensa que no se debe mostrar la alegría porque puede poner a otros celosos, pero no. Se trata de tener una visión más panorámica y ver cómo incluso los chinos que ahora son muy ricos pues antes eran muy pobres. Y que hay dos tipos de alegría: La que tienes cuando te conceden una visa por cinco años (luego me enteré que parece ser que alguien le preguntó acerca de dónde conseguir la visa y consiguió la visa por cinco años), y la alegría que tienes cuando observas las cualidades de algo hermoso como por ejemplo una flor. También repitió lo de Bodhgaya, que venir a la India implica a veces coger diarreas o tos o fiebre o algo así, pero que no habíamos ido allí de picnic, que si queremos ir de picnic entonces estamos en el lugar equivocado. Venir a Bodhgaya (o a la India) implica venir a tener experiencias espirituales y las enfermedades son parte del camino. De esto mis indianitos saben. ¿A qué sí? En todo caso, cultivar la alegría es importante. Así que como podéis ver, estamos en la sangha más adecuada :)
Ya sé que esto que os pongo es un poco de picoteo de aquí y de allá, y me reservo todos los derechos a equivocarme de medio a medio. De hecho dudaba si ponerlo porque luego entiendo algo mal y no es bueno, pero, que me cojan confesada. Yo he preferido compartirlo, con errores incluidos, porque son enseñanzas que dan mucho gusto, ¿o no?
A la salida, siempre hay como otro regalito: nos quedamos en el campito de al lado del monasterio y SSKarmapa sale a saludar desde el balconcito de sus habitaciones, en Bodhgaya hacía lo mismo, y no os imagináis qué alegría que da...
Bueno, aquí intento subir la imagen de SSKarmapa con todos los indianitos después de que le cantamos "Una aspiración para el mundo", en español. Desde aquí pido permiso a mis indianitos para subirla. Dada la petición de Maribel. Si hay alguna objeción me comprometo a sacarla de aquí ipsofacto.Y por último, el examen. Pues creo que de ésta me salvo y espero aprobarlo, aunque no seré la primera de clase...
De mica en mica, o en tibetano: calé calé...
Más abrazos, me voy a estudiar.
Comentarios
Por supuesto que me acuerdo de la mejicanita, tan independiente y salada. Ya veía yo lo bien que se desenvolvía.
En cuanto a la foto o lo que sea, puedes hacer lo que consideres más oportuno, yo te cedo todos los derechos que quieras pues cuentas con toda mi confianza.
Un fuerte abrazo y a estudiar que aquí estamos esperando ya tus clases de tibetano.
Marisa
Yo haría un poster...
Dínos como fue el examen. Besos. Maribel
Celita, me das mucha mucha envidia con tus horarios tempraneros, tus interminables clases de tibetano y el autobuss ese tan magico que te deja en 5 minutos con SSKarmapa. Yo aqui estoy disfrutando dia a dia de las maravillas que vivimos alli, y sentirte allá me pone muy contento;-)
Besos desde Madrid