Sobre Rinpoche
Por que claro, no íbais a pensar que Rinpoche no estaba con nosotros.
Hubo un día que quedamos para cantar canciones con Anna María de Alemania, que consiguió una guitarra prestada para la ocasión, pidió permiso al dueño de su hotel, colocamos toda la habitación para estár más cómodos y ¡ya! en cuanto empezamos a cantar fue como si Rinpoche hubiera estado allí, oyendo nuestros gallitos. Un subidón.
En la entrevista con Gyalsab Rinpoche, nos preguntó el ayudante que quienes éramos, y, claro, somos discípulos de Lama Tashi Lhamo de España y de Khenpo Tsultrim Gyamtso Rinpoche. Entonces nos mira y nos dice:
- Ah, Khenpo Tsultrim Gyamso Rinpoche! Estoy celoso de vosotros! Qué afortunados sois de tener un maestro como él!
¿Os imagináis? No es que precisamente él estuviera mal servido.
En otro momento del Monlam fuimos a la oficina central y allí había una chica china trabajando en un ordenador. Esther gipó un poco y me empieza a dar codazos: mira, mira, tiene a Rinpoche de salvapantallas! ¿qué hacemos?, ¿le preguntamos?. Y así fue: En cuanto le preguntamos empezó a dar saltitos de alegría y a darnos abrazos y besos a todos (que no creo que sea muy habitual entre los chinos) y empezamos a cantar "Todas esas formas". Indianitos, corregidme si me equivoco.
Dias después, cuando ya se habían ido mis indianitos, volvimos a coincidir en el curso de Mingyur Rinpoche y allí ya organizamos una quedada formal, con Harry también para cantar canciones de Rinpoché. Teníais que vernos, entre el chino, el inglés y el español la fiesta que hicimos.
Tanto que cuando se clausuró el curso de Mingyur Rinpoche se hizo una ofrenda con canciones y poemas a la que nos apuntamos rápidamente los tres (Harry, la chica china y yo) a cantar "Todas esas formas" Nos divertimos mucho, pero creo que los demás también porque al día siguiente en Bodhgaya la gente se nos acercaba diciéndonos que les había gustado mucho. Entonces descubrimos que había más discípulos de Rinpoche infiltrados por ahí, por ejemplo, una monjita muy mona que traducía todas las enseñanzas al chino. Por supuesto, le dedicamos a Rinpoche la canción.
Seguro que estará contento.
Hubo un día que quedamos para cantar canciones con Anna María de Alemania, que consiguió una guitarra prestada para la ocasión, pidió permiso al dueño de su hotel, colocamos toda la habitación para estár más cómodos y ¡ya! en cuanto empezamos a cantar fue como si Rinpoche hubiera estado allí, oyendo nuestros gallitos. Un subidón.
En la entrevista con Gyalsab Rinpoche, nos preguntó el ayudante que quienes éramos, y, claro, somos discípulos de Lama Tashi Lhamo de España y de Khenpo Tsultrim Gyamtso Rinpoche. Entonces nos mira y nos dice:
- Ah, Khenpo Tsultrim Gyamso Rinpoche! Estoy celoso de vosotros! Qué afortunados sois de tener un maestro como él!
¿Os imagináis? No es que precisamente él estuviera mal servido.
En otro momento del Monlam fuimos a la oficina central y allí había una chica china trabajando en un ordenador. Esther gipó un poco y me empieza a dar codazos: mira, mira, tiene a Rinpoche de salvapantallas! ¿qué hacemos?, ¿le preguntamos?. Y así fue: En cuanto le preguntamos empezó a dar saltitos de alegría y a darnos abrazos y besos a todos (que no creo que sea muy habitual entre los chinos) y empezamos a cantar "Todas esas formas". Indianitos, corregidme si me equivoco.
Dias después, cuando ya se habían ido mis indianitos, volvimos a coincidir en el curso de Mingyur Rinpoche y allí ya organizamos una quedada formal, con Harry también para cantar canciones de Rinpoché. Teníais que vernos, entre el chino, el inglés y el español la fiesta que hicimos.
Tanto que cuando se clausuró el curso de Mingyur Rinpoche se hizo una ofrenda con canciones y poemas a la que nos apuntamos rápidamente los tres (Harry, la chica china y yo) a cantar "Todas esas formas" Nos divertimos mucho, pero creo que los demás también porque al día siguiente en Bodhgaya la gente se nos acercaba diciéndonos que les había gustado mucho. Entonces descubrimos que había más discípulos de Rinpoche infiltrados por ahí, por ejemplo, una monjita muy mona que traducía todas las enseñanzas al chino. Por supuesto, le dedicamos a Rinpoche la canción.
Seguro que estará contento.
Comentarios