Recién llegada al paraíso. Al fin. En fin.
Al fin! Al fin! Al fin! Ha costado llegar, pero aquí estoy, super feliz. He llegado esta mañana después de 13 horas de autobús, medio derrengada, pero sana y salva, con todo mi equipaje a cuestas. Una se da cuenta de todas las neuras en cuanto carga con ellas encima... Para que os hagáis una idea: el parabrisas del autobús se rompió nada más salir así que pasamos toda la noche viajando por estas montañas con un frio de nieve y los pobres conductor y su ayudante ni se quejaron... Al chico que le toco a mi lado, Alec, un francesito que viene también al curso, el Rafa2 de Thosamling, se le ocurrió la feliz idea de comprarles unos gorritos y unas bufandas para que no pasaran tanto frío. Quedaron contentos. Luego el taxista, como siempre, dijo que sí-que sí, que sabía a dónde íbamos y, por supuesto, diez minutos después ya estábamos todos perdidos en el medio de estas montañas :). Yo me divierto muchísimo. Le tengo afición a eso de perderme. Ahora que ya he llegado al paraíso sólo me queda