Y, el otro día, el otro año, en una entrevista con Mingyur Rinpoché, comentándole acerca de mis preocupaciones acerca de mezclar instrucciones, me contestó: -Los occidentales tenéis una mente muy estrecha en relación a lo que es el maestro. Os parece que el maestro es como vuestro padre o vuestra madre, que sólo puede haber uno, o bien, os imagináis que es como vuestro marido o vuestra mujer y si vais con otro os sentís como si estuvierais poniéndole los cuernos. Los maestros son como las flores, cada uno con sus olores diferentes, y los discípulos son como las abejas, que liban el néctar que les gusta y luego cada una fabrica su propia miel con su sabor especial. Y, puestos a hablar de flores, ha sido fascinante descubrir en la película "El ladrón de orquídeas, adaptation" como algunas orquídeas imitan especialmente la forma de algún insecto para así "engañarlo" y conseguir que haga el baile del amor con ellas y de este modo siga polinizándolas.