35° en Delhi y bruma, mucha bruma...
En el curso que estoy haciendo sobre blogs nos proponen que hablemos sobre lo que no nos gusta en este mundo. De momento, toca escribir sobre lo que no me gusta de la India de ahora. No me gusta que un grupo de cuatro o cinco hayan violado y matado a la amiga de mi amiga Sky, que acaba de llegar de la India y nos hemos cruzado para un lunch en Portobello, Londres . Todos los que hemos vivido aquí, en la India, hemos oído historias horribles, y que nos tocan más o menos cerca, y siempre está esa nube en la cabeza que quiere olvidar, alejar, ignorar el horror, vivir como si no existiera. Ni aún así, esto le ha ocurrido ahora, hace dos o tres semanas, en Goa, a una chica joven y turista, demasiado cerca para que no escueza. No me gusta tampoco la soterrada idea de que si ella no se hubiera quedado en ese party, en la fiesta de Holi, donde vuelan anilinas de colores y bailan, borrachos hasta el alba, nada le hubiera pasado. Volvemos a lo de siempre, la culpa de ser agredida la tiene la